domingo, 30 de diciembre de 2007

Vuelvo hacia el hogar

VUELVO HACIA EL HOGAR
“La Historia del Blues” (2000)
Siniestro Total.

/Haz click ahí. Escucha la canción. Sigue la letra. Lee el texto... Es fácil, ¿verdad?/


"Vuelvo hacia el hogar que me vio crecer.
Busco a la mujer que me supo cuidar.

No daré más vueltas,
ahora quiero descansar...

Y aunque allí no quede nadie,
y sea para mal,
me vuelvo hacia el hogar.

Véndeme tu alma, me dijo Satán,
y lo hice por el bien de la humanidad.

Desde el fondo del río hasta la orilla del mar
busco lo que nadie jamás pudo encontrar.

Siento que mis manos tiemblan al tensar
el gatillo de este arma que algún día voy a apretar.

Ni mi gente ni mi sangre me van a perdonar,
pero siento que me llaman y no volveré a fallar

No daré más vueltas,
ahora quiero descansar...

Y aunque allí no quede nadie,
y sea para mal,
me vuelvo hacia el hogar."


Yo creo que el mensaje está claro, ¿no? Vuelvo a casa, al hogar que me vio crecer.

Y aunque me gusta un montón la cancioncilla, es como las películas “basadas en hechos reales” de bajo presupuesto: tiende al melodrama al interpretar la realidad de aquella manera. Vamos a destriparla matizándola, ¿vale?

El mensaje principal es verídico. Vuelvo a casa, al hogar que me vio crecer, con la mujer (y con el hombre) que más y mejor me ha querido, cuidado, educado y dado ejemplo. Mis padres me vuelven a acoger. Vuelvo a casa.

En el estribillo se nota la mano del guionista tramposo que busca la lágrima fácil, porque me pinta como un solitario derrotado que ha decidido rendirse de una vez. Y nada más lejos de mi situación... Vuelvo para evitar dar más vueltas de la cuenta, sí, de esas que te hacen perder la concentración y la constancia que tanto me hacen falta para los próximos meses... porque no vuelvo a descansar, sino para hacer intensivo el duro trabajo de labrarme un futuro mejor. Y eso de que allí no queda nadie no es verdad, porque me voy a reencontrar con amigos eternos y ciudad familiar. Y lo de que va a ser para mal es una mentira tan grande como el estado de Texas...

Verás, yo no vendí nada cuando aposté todas mis cartas por una vocación ilusionante, la de cambiar el mundo (el rural, que tan cerca sentía este chaval de pueblo), y menos a un pavo vestido de rojo con colmillos retorcidos asomándole en la sonrisa burlona. Y, por el bien de la Humanidad (como todos los héroes), he dedicado esfuerzos y “alma” por hacer un buen trabajo. Y no seré yo quién me juzgue, pero sí te digo que mi cabeza está alta y orgullosa cuando miro atrás. He jugado en primera división, con los mejores equipos, y saliendo de titular en muchos, muchos de los partidos... Supera eso, Satán...

Lo que busco ahora lo ha encontrado mucha gente antes que yo, y mucha gente lo encontrará después. Es una vida (teóricamente) mejor, simple y llanamente. Y no hay que quebrarse la cabeza para encontrar la puerta entre mares y ríos, simplemente hay que estudiar y estudiar élfico para dar con la palabra llave que tarde o temprano abrirá las hojas del impresionante portón. Y en esas voy a estar, entre runas y libros.

Y lo de mi temblequera de manos al jugar con el gatillo es otro tema. Por cierto que voy a tener que darle un limpiado y engrasado a la pobre pipa, que desde la última vez..

En resumen, que he tomado una decisión. Que dejo atrás un grupo de gente (que sí me entiende y me “perdona”, no vayas tan al pie de la letra, leches) y un tipo de vida (¡qué bonita metáfora la de la sangre!) que voy a echar de menos, pero he sentido una llamada para evolucionar que me ha convencido en un momento perfecto y voy a pelear por darle respuesta.

Y, por supuesto, llevo tatuado a fuego un “Failure is not an option”. Porque con mi factor de curación no me asustan las cicatrices que me puedan quedar y esta vez (jodidos guionistas, aquí han afinao) no volveré a fallar. He puesto toda mi fuerza y voluntad en esto:

Voy a aprobar esta oposición.

martes, 25 de diciembre de 2007

Feliz Navidad


Aunque creo que ni te oiría ni te prestaría atención, estoy seguro de que si ahora le preguntases te diría que no le importa nada que no sea ese niño que tiene entre sus castigadas manos de carpintero.


Ahora no le preocupa que no haya dónde pasar la noche en un pueblecito lejos de casa, sin reserva de alojamiento ni albergues municipales, al que han tenido que venir por culpa de la jodía burocracia. Ya no se sobresalta con cada ruido extraño ahí fuera, porque se le ha olvidado el miedo que tenía a asaltantes y ladrones. Ni le asusta ya la posibilidad de un mal parto ni de que a su mujer le pase algo malo por viajar con el embarazo tan avanzado.


Tampoco le inquieta ahora ni el viaje de vuelta a casa ni el futuro, aunque su país esté pasando por malos momentos y sólo le pueda ofrecer a su hijo el trabajo de una carpintería, la cultura que él recibió de sus padres y una familia unida.


Ahora mismo sólo tiene ojos y atención para su hijo, que llora fuerte con los ojitos cerrados y los puños apretaditos, como anunciándo a todo el mundo que ha llegado por fín. Su piel suave le hace olvidar el áspero de la lija y las astillas que saltan de los tablones. Se parece a su madre. Ójala sea como su madre es con todo el mundo.


En su mente de orgulloso padre, entre el asombro y la sorpresa, sólo hay sitio para pensar que, gracias a Dios, él es la persona más afortunada de la Tierra, que su mujer es la persona más hermosa que existe y que su hijo, este niño fragil que llora con fuerza ahora, ha nacido para hacer del mundo un lugar mejor.


(¡Feliz Navidá a tí que me lees! El año nuevo te lo felicitaré cuando llegue, que te tengo que contar mi "vida nueva" ¿vale? Abrazo...)

lunes, 17 de diciembre de 2007

Ganándose el crédito

Entre las actividades rutinarias de mi aburrida vida reciente, confieso que una de las tareas más entretenidas es el planchado de ropa.

Sí, sé que suena un poco paradójico, pero piensa que es uno de las escasos ratos en los que puedo ver una película en la tele sin que el gusanito del "chaval, estás perdiendo un tiempo que necesitas" esté ahí, royendo en la cabeza como un ruido de fondo.

El sábado, cosas de la vida, tuve que entrar en faena con la ropa, y aproveché para poner en el video "Hairspray". Un musical. Del 2007. Entre camisa y camisa. "...no sé yo si esta peli...".

Reconozco que me encantó. Optimista, positiva, viva, sorprendente. Michelle Pfeiffer sigue estando buena, hay que ver el vozarrón que tiene la muchachita y yo de mayor quiero rodar en un tatami igual que estos bailan. Y a mi madre le va a encantar cuando se la lleve, seguro. Y, para una vez que me doy un lujo, estoy encantado de no haber dado con una de las infinitas pelis malas que se hacen últimamente.

Pero si el rato de plancha del otro día merece un post en este humilde no-diario es por únicamente por Travolta. Por John Travolta.

Para mí, John Travolta no existía antes de Pulp Fiction. Vincent Vega fue su "Año Cero". Para mí, el matón colocado de jaco del traje negro y la 9 mm. cromada borró todo lo que había hecho antes de 1994, con sus toneladas de gomina, trajes horteras, motores trucados y bebés doblados por Moncho Borrajo. Tabula rasa. El personaje de Tarantino fue su debut para mi, entrando por la puerta grande entre inyecciones de adrenalina, patatas fritas con mayonesa y silencios incómodos.

Desde ahí, la decadencia inevitable, y eso que no he visto más que una pequeña parte de sus trabajos posteriores. De militar traidor y maloso en Broken Arrow (esa del B2 que no parecía dirigida por un John Woo en teoría "hongkongniano" aún), o de profesor X raro en Phenomenon, no me convencía en ninguna. Repuntó bastante en Face/Off (Cara a cara se llamó por aquí, viva la traducción libre), aunque el mérito creo que es de una película que me encantó durante un impresionable estancia estudiantil en la cuna del Imperio Británico. Y, a partir de ahí, la debacle, qué puedo decir que no se sepa... o que sí se sepa...

A estas alturas de la historia, hubiera jurado sobre lo que fuese que, para mí, nunca se iba a recuperar de dos lacras sangrantes en su carrera:

-El delirio proselitista de "Campo de Batalla: La Tierra", propaganda cienciológica con zagales ahítos de clembuterol, hierba jamaicana y crecepelos del güeno peleándose por un quítame allá ese mesías (no me consta más que por las imágenes, que no la he visto y bien puede ser una obra maestra, ojo)

"¡Que nadie se ría de los pelitos de mi nariz (Bobobo's style)! ¡Que tengo una tubería doblá y sé como usarla!"

-De malo malosísímo en la película que iba a rehabilitar como personaje antiheróico a El Castigador como habían hecho con la Patrulla X o Spiderman (promesas, promesas...). The Puniser. Si escalofríos me dan al recordar en su conjunto el pastiche (decepción infinita, otra vez), cuando me doy cuenta del papel patético que Johnny representaba juro que se me hiela la sangre. Además, que antes de que me maten tan ridículamente según un guión absurdo, yo me pego un tiro como actor. ¡Qué duro tiene que ser necesitar pasta, joder!

"Castle, Frank, tío, mátame antes de que empiecen los créditos,
que en esta no estoy ni medio bien, por la gloria de tu mother..."


Y cuando yo lo creía merecidamente alimento para cocodrilos, va el Travolta, suscohoneahí, y hace esto:


Que una supuesta estrella consagrada, que ha pasado momentos de mucha gloria y prestigio y otras tantas malas rachas, se mete en un papel como este, aquí el menda se quita el sombrero. No es sólo que sea una mujer, es que supongo que se tenía que enfundar cada día un traje para simular pesar 60 kilos más, soportar horas de maquillaje y cambiar en el registro de voz. Es que el tío canta. Es que el tío baila. Y, para mí, hace creíble a un personaje con un serio sobrepeso, que vive sin expectativas, con un montón complejos consolidados durante mucho tiempo, que arrastrada por una hija "revolucionaria" se deja arrastrar, va superando miedos y vergüenzas, lucha por su hija y su marido pese a dar todas las batallas por perdidas. Y acabar triunfante frente a la mala, frente a la guapa, frente a la delgada, frente a unos principios sociales supuestamente inamovibles y, sobre todo y ante todo, frente a sí misma.

Sé que es una película, ni estoy ciego ni soy tonto. Sé que es un guión con complejo de Disney creado para apuntalar una utopía de superación y buenrrollismo que siempre acaba bien en el mundo perfecto que dicen que es Usalandia. Pero creo que es pura épica. Un tipo distinto de épica, pero épica al fin y al cabo, de esa que me encanta. Supongo que por eso me ha gustado tanto una película musical que no es de Tim Burton...

Por otra parte, John Travolta se resarce totalmente con este papel de pecados pasados. Ha pagado su crimen contra la sociedad con creces. Además, haciendo este papel, para mí el muchacho se ha ganado el crédito suficiente para hacer dos o tres bodrios a partir de ahora sin que lo exponga en la plaza pública y le de la ración de latigazos que ha merecido en otro tiempo. Así que a ver si lo administra con cabeza, que no la tiene chica, no...

(Aaaaay, cómo se nota que te echaba de menos. Vaya rollo te he soltao. Pero me perdonas porque tú también me has extrañao, ¿verdad?...)

domingo, 16 de diciembre de 2007

Antología de vueltas...

"Y volver, volver, vol-veeeeeer...
...a tus brazos oootra veeeeez..."

Jeeeeeejejejejeje... hola...

A estas alturas y en caso de que me diera por hacer un recuento, seguro que en el Factor hay ya más entradas de "uy, perdón que he estado mucho tiempo perdío sin escribir" que de cualquier otra categoría o temática. Aunque keep cool, que no viene otra paranoia en espiral.

Pero bueno, como no quiero que te preocupes ni quiero que salgan telarañas virtuales por aquí, pos entro, escribo una tontería, pego dos imágenes contextuales y consigo que baje un poco el dibujo del abuelito Simpson, que ya se me está haciendo un poco pesado de ver.

Te resumo un poco mi circunstancia pasada y prevista, sobre todo en lo que a esta ventanica al mundo respecta:
Desde que volví de Portugal, y parece que haga una vida ya, he estado dedicado a trabajar en "el proyectaco", de esos que llegan a la vida laboral de todo el mundo en uno u otro momento, y que tiene que estar visto para sentencia el día 28 de diciembre, que es como decir pasado mañana... Como demuestra activamente la ley universal de Murphy, todo lo que me ha podido salir mal en este tiempo, ha ido fatal: Infección gastrica, archivos corruptos, bloqueos de escritor, autocorrección de chapuzas... Un infierno, tal y como estaba previsto.

Por eso, en esos raros ratos que podía haber dedicado a este humilde blog de andanzas lo último que quería hacer era darle a las teclas, cosas de la vida. Historias han surgido, claro, pero van todas al montón de las entradas-boceto para mejor ocasión.

En esta semana hay que darle la puntilla a ese trabajo, que tengo que ir cerrando muchas cosas en muy poco tiempo. Ya no tengo el lujo de contar con margen para no hacer las cosas bien a la primera. Pero no me preocupa, porque me siento centrado y con confianza de sobra.

Pero eso implica que voy a volver a las andadas, es decir, vuelvo a la cueva de la hibernación blogeril, por lo menos por el momento. Pero como sé que me conoces, sé que no me lo tendrás muy en cuenta.

Porque, como el Schwarzie en sus buenos tiempos robóticos..."Volveré"

"Nene, mira que te tengo dicho que no te raques los granos, que son cosas de la edad...
¡¡Y no me mires asín, que soy tu madre!!"

lunes, 26 de noviembre de 2007

Post-Post-Portugal

Los cuerpos ya no son lo que eran. Porque, vamos a ver, ¿tanto puede cansar levantarse un viernes a las 7, estar hasta las 6 y pico de conferencia en conferencias traducidas al inglés en su mayoría (huyendo como de la peste de los traductores a español, malos como un dolor de muelas...), ducha y paseo hasta el centro de Évora (cuesta arriba, claro), cena oficial con todos los peces gordos, con café, copa y aguardiente, copas y bailes hasta las 6'30 de la mañana (y porque alguien se cargó los bafles, bendito sea, que si no no salimos de allí), desayuno a las 9'15 y unas 9 horas de viaje conduciendo una furgoneta llena de gente dormitante?

Pues yo llegué hecho polvo, como si fuera un ancianete...
"¡¡¡Sacrifiquémoslo a nuestro Diooooooos...!!!"

Aparte del cansancio, me ha encantado la experiencia por muchos motivos, algunos un poco filosóficos, aunque no voy a dar detalles de estos por ahora. Baste decir que ha habido comida, bebida, risas y compañerismo a granel. Y no son bienes tan abundantes en una vida cotidiana como para despreciarlos, ¿no crees?

Y, como no hay viaje sin pérdida, también vuelvo de tierras lusas con la pantalla del móvil partida por la mitad. Ole. Una cámara en Italia, unas gafas de sol en Francia, un móvil en Portugal. Miedo me da ir de visita a London para ver a Cinci y a Marnie...

Ya estoy de vuelta. Ahora toca recuperar el tiempo invertido y trabajar extra para mantener plazos... Pero tengo la fuerza de mil bacalaos corriendo por las venas...

martes, 20 de noviembre de 2007

Falando portugues

Pues eso. Que estoy en Portugal (léase /purtugaal/) hasta el sábado.

Crónica y peripecias, en cómodas monodosis a la vuelta.

Sí, sé que me vas a echar de menos, pero sobrevivirás.

Recuérdame que, cuando nos volvamos a encontrar, te cuente mi desventaja evolutiva provisional y adquirida ayer por culpa de una técnica de aikido que no parece serlo.

Hasta pronto...

lunes, 19 de noviembre de 2007

¡Abran paso a la reina!

Sinceramente, no esperaba yo tan rápido ascenso al trono después de los avatares ocurridos la semana pasada. De hecho, estaba listo para un largo periodo de vacío en el mueble de enfrente del sofá y, siguiendo el consejo del Tete en aquellos comentarios, hasta había encontrado algún libro en la estantería que tengo llena por ahí para entretener los ratos libres de trabajo y estudio (pocos y cobardes en verdad).

Pues esta mañana, mientras aún me relamía de mi segundo desayuno, me ha llamado el técnico salvaje con vocecilla confundida y temerosa:

-"Verá, es que parece ser que no quedaban televisiones como la suya en la casa central y han enviado otra..."

-"...(shock) ¿Cómo dice? ¿Cómo que han enviado otra? ¿Otro modelo? ¡Me gustaba mucho mi tele!..."

-"Si, supongo, pero se conoce que no les quedaba y... Por eso le llamo, para saber si está conforme con el cambio... Le han mandao una de 32 pulgadas pero TFT..."

-"...(shock)...Eeeemmm...(re-shock)...¿Cómo ha dicho? ¿Una TFT?..."

-"Sí, eso me temo. LCD. Sin repuestos ni stock, Philips ha mandado una un poco superior, pero no es de tubo, es de estas finitas... Y queríamos saber si está usted conforme..."

-"Estoy a diez minutos de allí. Llegaré en dos..."

Es una tele estupenda. Se llama Philips 32PFL7762D/12. Delgada, oscura, brillante, también panorámica de 32 pulgadas, HD-Ready, con más entradas que la otra... Y, sobre todo, gratis.

Morena, ¿qué vas a hacer el resto de tu vida?...

Ya reina desde su trono negro, observándolo todo con atención y mostrando, cuando se lo pida, una ventana a mundos y realidades alternativas a esta.

Aunque me temo que voy a seguir sin utilizarla todo lo que me gustaría, la XBOX y el DVD están ya contentos y recelosos a un tiempo, con los celos infantiles hacia la hermanita recién nacida que viene a casa desde la maternidad.

P.D.: Quiero dejar constancia escrita: Philips se ha portado. Han fidelizado a un cliente.

domingo, 18 de noviembre de 2007

¿Por qué...?-Filosofía de peluche (6)

Filosofía en grande, pinchando en la imagen

Primero, el despertador dinamita el silencio y el olvido.

Justo al apagarlo, viene la pregunta con ruido de percutor, ametrallando la duermevela: "¿Por que...?"

¿Por qué tengo que ir al trabajo? ¿Por qué no puedo quedarme en la cama? ¿Por qué tienen que ser las cosas así? ¿Por qué no pueden ser distintas?...

Pero las manos amorosas de mamá responsabilidad me empujan fuera de las sábanas, al frío exterior, confirmando socarrona que, cosas de la vida, el misterio del mundo no se resuelve perreando a oscuras.

Como Garfield, odio los lunes... (y los martes, los miércoles, los jueves...)

Odio, odio mucho el aire frío del dormitorio al levantarme...

Y, sobre todo, odio, odio, odio las fechas de entrega cercanas y acercándose...

jueves, 15 de noviembre de 2007

La tele ha muerto...

...¡viva la tele!...

Me estoy refiriendo a la mía, claro, a mi "aparato de televisión", que no me pienso meter en ese campo de minas de vaya-una-mierda-de-programación-la-gente-ve-cualquier-basura porque ni soy suicida, ni veo suficiente televisión standard, ni mi criterio es sólido: yo también me trago mucha porquería cuando tercia y, por contra, me he perdido obras maestras que estaban poniendo en uno u otro momento en esta o en aquella cadena.

El caso es que mi tele nueva (no tenía ni un año, no somos nadie) está muerta. Y no puede resucitar como la tía May porque no hay repuestos para el tubo de imagen. Sigh.

Era una tele estupenda. Se llama Philips 32PW9551 Robusta (50 kg pesaba, la zagala), sólida, panorámica de 32 pulgadas, preparada para la HD (alta definición hasta 1080i, no full HD...), de diseño sencillo y eficaz, con más entradas disponibles que cables tengo yo para enchufarle... Y, encima, barata.

Ahí está, qué guapa, con su mandico y tó... Snif.

Era la reina del salón. Desde su oscuro trono con ruedas centraba toda la atención e impartía doctrina audiovisual. Siempre limpia de polvo, y tratada con mimo desde que entró en la casa. Por eso, cuando el salvaje del técnico que vino a curarla le endiñó dos guantazos en toda la pantalla con fuerza suficiente como para tumbar a un caballo mediano de la torta, reconozco que casi me desmayo... Y, en estado de shock, asistí a los intentos de desimantarla con un plato pizzero electromagnético (si lo hubieras visto, con interruptor y tó, friki friki...) y al temido veredicto: "Pues me temo que va a ser del tubo de imagen, me la tengo que llevar al taller". Disimulé el temblor de piernas como pude, porque llevársela implicaba dos cosas: a saber cuándo volvería a verla y (horror) había que bajarla a pulso por las escaleras...

Dos días después se confirmó que no había tubos de repuesto de estos ni en Holanda. Shit!...

Y hoy me han confirmado que han autorizado el cambio desde la central de Philips. Hell Yeah!...

Aunque me han dicho aquello de "bueno, ya la mandarán, nosotros te avisamos". Re-shit!...

Por eso he reciclado la exclamación espontánea de un pueblo patriota y esperanzado en el futuro: "La Reina ha muerto. Viva la reina." (¡VIVA!).

Y conste que no lo digo por mí, que no veo la tele. Es que la princesa XBOX la echa mucho de menos y el príncipe DVD hace tiempo que no se relaciona con nadie...

martes, 13 de noviembre de 2007

Épica en verde

Hay veces que te encuentras con obras que te cautivan. Como esta...



Me la encontré en nomepuedocreerquelohayaninventado un día (ya lejano) e inmediatamente guardé la dirección, porque tenía que enseñártelo, porque es una obra de arte sobre otra obra de arte, dentro de los tipos de arte que yo suelo gastar.

(Inciso: ...y aquí hay mucha tela que cortar si no estás de acuerdo con la naturaleza artística de cine y cómic, o de esta película y este cómic. ¿Dejamos el debate para otra ocasión? Graciaaaaas...)

300. No te la voy a contar a estas alturas. Sólo te recuerdo que unos "reyes magos" me trajeron la primera edición que salió en España tachándole el abusivo precio que le puso Norma y que he visto la película (mucho mejor adaptada para mi gusto que Sin City) más de una vez (ejem... más de 3 veces) y en más de un idioma. Y es que me encanta la épica. Estoy adiestrado desde pequeño para identificarme con los héroes que luchan y mueren por sus principios. Y la épica me hace vibrar cuando la contemplo, la leo, la escucho o la practico a pequeña escala. Ya hablaremos de ella otro día.

Hoy la épica es verde. Y, aunque soy una manzana condenada, hoy no morirá ningún espartano.

(Nota: No sé si la entiendo bien porque he visto los trailers y la peli demasiadas veces para saber lo que se dice y quién lo dice, o que tengo mejor nivel del que yo mismo creo... No sé cómo andarás tú con la lengua de Shakespeare, así que, si quieres y lo pides por ahí abajo en los comentarios, te busco la traducción y la copio en algún lado. Pero NO TE LO PIERDAS. Consejo de AKA.)

¡¡Ouch!!

Me pasó ayer (y ya te lo avancé ayer mismo). Ay.

Me pasó cuando caía hacia adelante con el brazo retorcido con un sankyo. Y me afectó tanto que me tuve que ir inmediatamente al vestuario para tratar de arreglarlo.

Aquí dejo el estremecedor documento:
Este es el pantalón de mi gi (o keikogi o kimono, más comúnmente).

Blanco. Arrugao. De algodón. Lo normal, vamos.

Lleva en las fibras muchas caídas, muchos pasos dados de rodillas, muchos baños en lejía.

Pero ayer (triste día el de ayer), pasó lo que tenía que pasar: "¡¡¡Raaaaaasssss!!!"

Vista trasera. ¡¡Ouch!!

Todavía me tiemblan las manos, se nota hasta al hacerle la foto.

Vista trasera. Zoom in. ¡¡OUCH!!

Ha sido un buen compañero de fatigas (literalmente). Espero que le vaya bien en su nueva vida como trapo de limpieza reciclado.

Por cierto, un comentario de otra cosa: practicando aikido con pantalón de chandal y camiseta se pierde gran parte de la prestancia, majestuosidad y autoridad que se emana cuando se practica con el pijamita blanco. Y, además, se escurre uno una barbaridad en la lona...

lunes, 12 de noviembre de 2007

Ahora sí que sí.

A ver, canta conmigo:

"Ya llegó el otoño,
los fríos y los madroños,
los osos junto al hogar...
Venid a cantarlo.
Venid a disfrutarlo.
El otoño ya llegó..."

Y es que hoy sí que sí. Hoy he notado que ya no hace calorcico por la tarde. El otoño, que aquí es resabiado y traidor como un conspirador medieval, ha hecho presa de mis pobrecitos pies y me he tirado toda la tarde con el frío en los huesos, incluso a la vera de un radiador que es más grande que muchos ciclomotores. Que también manda webs que esto pase más cerca del inicio del invierno que del final del verano, pero qué le vamos a hacer, este año viene benévolo.

A ver. ¿Quién ha estao jugando con los botes de pintura en la sierra?

Y por qué el parte meteorológico, preguntarás... Pues por tres motivos:
-Quería escribir una entrada cortita, sintética, del tipo "lee y olvida".
-Me apetecía un montón cantar la bella tonada a pleno pulmón, después de dedicártela (especialmente a tí, Cinci).
-Llevo toooooooda la tarde helado y de mala leche, sin conseguir entrar en calor y notando cómo los viruses entraban en mi cuerpo por la planta de mis pinreletes criogenizados. Y si yo sufro, me tengo que quejar, sobre todo sabiendo que estás tú por ahí para aguantar mis quejas.

Empieza lo bueno en CiudadCueva. Los gorros de lana están en perfecto estado de revista y la leña está seca y lista. Que venga el invierno, que aquí lo espero...

P.D.: Mañana os traeré un documento exclusivo sobre el accidente que he tenido hoy en el tatami, porque ha sido estremecedor. Ahora estoy demasiado afectado como para pensarlo siquiera. Ay.

domingo, 11 de noviembre de 2007

Elogio de Gollum

Hay pocos bichos que me produzcan tanto sentimiento de atracción-repulsión como las arañas. Juraría que es algo instintivo e innato para mi especie de homo-sapiens. Algo natural si nos paramos a pensar que el humano estándar tiene la mitad de extremidades, una octava parte de ojos funcionales, muchos menos pelos sensitivos en el cuerpo, no produce veneno (aunque alguna lengua venenosa haya que esquivar de vez en cuando) y, sobre todo, no acostumbra a colgarse de ningún tejido orgánico autosegregado. Puagh.

¿Muslo, pechuga, abdomen o cabeza? Re-Puagh.

Las arañas reales son visualmente horrendas, muy rápidas en su tela, inmisericordes con sus presas, e insaciables hasta el punto de convertir en carcasas totalmente desecadas a los pobres bichejos que caen en sus trampas mortales. Y encima hay algunas que son muy venenosas. Y también las hay que son gordas como centollos. Y... mejor lo dejo ya, porque me está picando todo el cuerpo como si me lo estuvieran recorriendo de arriba a abajo un par de artrópodos de estos con ocho patas.

Tanto es así, que es mi mente racional la que se las tiene que ver con ellas normalmente, esa parte de la mente que es capaz de analizar la diferencia de fuerza, tamaño, inteligencia y capacidad tecnológica que hay entre yo y la araña que se cruza en mi camino. Porque mi mente irracional está perdida desde niño: miedo que viene de una experiencia real magnificada por el cine en una mente impresionable... Y es que tengo que reconocer que yo he sacrificado hormigas negras cazadas y vivas arrojándolas a la tela que tapizaba la entrada de agujeros en piedra que eran guarida de ese bicho asqueroso pero sorprendente. Recuerdo esperar que el movimiento de la pobre victima alertase a la dueña asesina y el estremecimiento sobresaltado cuando ésta sacaba medio cuerpo y cuatro patas para recoger la ofrenda. Asco, sorpresa y un escalofrío de miedito por la espina dorsal que nunca fui capaz de admitir en público. Por eso, se me quedó grabada aquella escena (creo que final) de la primera película en video que se vió en mi casa (que puede ser esta, pero juro que no soy capaz de acordarme de título ni argumento). En ella, un remedo de Conan mandobleaba rítmicamente la entrada de una cueva de la que salían unas patas gigantes, negras y peludas que amenazaban con la condenación. Él, (y yo, porque llevaba una hora y pico sintiéndome francamente identificado con un bárbaro cuadrao, rubio y con espadón), era la hormiguita a merced de una fuerza negra de la naturaleza. Ya tienes las pesadillas fabricadas y el trauma infantil a punto. Sigh.

Pero, sinceramente, hay bichos que me sacan más de quicio. Odio, odio, odio a las moscas de todos los tamaños y colores, sobre todo en este tiempo que ni frío ni calor, ni pa tí ni pa mi. Porque se ponen muuuuucho más pesadas que en pleno verano, atontadas y sobonas como si estuvieran con dos copas de más. Resulta que, al menos aquí, aún no ha venido el frío que destierra definitivamente a estas criaturas, pero ya hace suficiente para empujarlas a refugiarse en casas y oficinas. Y la paciencia no basta para bregar con ellas.

Concursos de cacerías "mosquiles" en familia. Guerra química al estilo ZZ-Paff. Tacos de folios enrrollados a modo de matamoscas. Palmadas al aire. Cualquier método es válido para acabar con la plaga cansina. Por eso, yo quiero entonar un elogio a Gollum.

"No me mires asín, leches, que te voy a echar un piropo..."

Y conste que es irónico, porque por esto que hoy alabo le volví a coger manía al personaje la primera vez que leí el libro. Porque resulta que decide que, ya que no puede con dos hobbits fuertes, bien alimentados y armados con un montón de cuerdas élficas que queman como tizones, le dejará el trabajo sucio a Ella. A Ella-la-Araña. Shelob para los foráneos. Sólo bastará llevar a este par hasta su guarida y Ella hará el resto, "porque siempre tiene hambre, ssssssiiiii mi tessssoooooro, y está harta de apestosa carne de orko..."

¿Cómo no reconocer su genio si en realidad funciona?... Logras tu objetivo sin mancharte las manos, permitiendo que ellas se alimenten a discrección. Así que en mi casa hace tiempo que no se cazan arañas, porque me he dado cuenta que tienen reducida la población de moscas y aún no he visto ninguna cucaracha. El mérito no sé si será de ellas o del destino, pero estarás conmigo en que Mr. Smeagol era un visionario del control integrado de plagas. Estoy hasta por proponerlo para el Premio Nobel de algo el año que viene (si se lo han dao al caradura de Gore, se lo conceden seguro...)

"La cena va a tardar... piiiiitas, pitas, pitas, pitas..."

Sólo me queda confiar en que, a partir de ahora, las moscas no traigan a Dardo en la cintura ni un frasquito de luz de la estrella de Earendil en el morral...

lunes, 5 de noviembre de 2007

El público del "factor" (1/2)

PREÁMBULO ACLARATORIO: Esto es un...
¡Anda, eh!... No dirás que no te aviso...

Ha pasado algo más de una semana desde que escribí la entrada que tienes ahí abajo.

Con todo lo que conlleva una semana jodida, era previsible que ocurriese lo que ha ocurrido: nada nuevo en el "factordecuración". Ha sido de esas en las que la presión del trabajo urgente no me ha dejado ni ir a rodar por los suelos a gusto (sí, aikido, el arte de hacerse uno con el suelo... una y otra y otra vez...), en las que se dedican los días de fiesta a limpiar la casa y rescatar la costumbre de estudio, en las que el tiempo rompe la barrera del sonido (quod erat demostrandum) y en las que el blog sobrevive sólo en la mente a base de latas de conserva y bocetos de textos posibles que casi nunca llegan a nada...

Pero hoy, cuando hace un rato por fin me he podido derrumbar en el sofá, satisfecho y agotado por una actividad física que me iba haciendo falta, he sentido el cosquilleo en las yemas de los dedos que precede al "voy a escribirle algo".

El primer impulso lógico ha sido tirar de alguno de los borradores que se intercalan en mi lista de edición de entradas, textos incompletos que empecé algún día que no estaba todo lo motivado/inspirado/lúcido que era necesario para dar forma a esas ideas. Pero, como tantas otras veces, no me he visto capaz de retomar el hilo de ninguno... Quizá sean para siempre borradores, condenados a no ser terminados nunca porque cometí el error de la inconstancia o sufrí el bloqueo del callejón (mental) sin salida. O quizá los acabe mañana, quién sabe...

El segundo impulso ha sido coger una de esos bocetos de idea que mencionaba antes, pero están tan vaporosos que me ha dado pereza. Todavía tienen que madurar. Mucho, además...

Así que he pensado en qué te gustaría leer. Y me he dado cuenta de que realmente no sé quién eres "tú".

El tiempo verbal de mis textos fue una decisión de estilo que tomé allá por el inicio de los tiempos. En vez de narrar en tercera persona, pensé que me sería más fácil hablar con un "tú" hipotético que con un "vosotros" o un "ustedes". Y así tomó forma un "tú" que incluye a todo aquel y aquella que tenga a bien leerme...

¿Pero quién eres tú? ¿A quién le estoy dando la tabarra? ¿Conozco a mi público?

Creo que saber esto es importante. Al fin y al cabo, y parafraseando aproximadamente las nociones de marketing que he tenido el placer (y/o el sueño) de recibir, hay que "centrar los esfuerzos en tu público objetivo" porque no se puede trabajar para gustarle a todo el mundo.

¿A quién quiero gustar cuando "te" escribo?
¡¡¡¡Taaaa-chaaaaaannnn!!!!

...próximamente en sus navegadores...

domingo, 28 de octubre de 2007

El tiempo vuela-Filosofía de peluche (5)

Para ver la tira como una tiraca, pulsa sobre ella.

No sé si es cosa de la concentración del momento concreto o porque el tiempo no dura lo que debiera durar en realidad, pero el hecho es que hay muchas ocasiones en las que le da por correr mucho y pasar rápido.

Las causas son prácticamente infinitas. Tantas que te hacen dudar si esa es su velocidad real (a toda leche) en vez de la de los días normales y las situaciones insulsas (llamémosla "velocidad estandar"). Al final, asumiré que sí que hay una velocidad estándar y otra "fast-forward" por contrarrestar un poco el ritmo del tiempo durante esas raras ocasiones en las que parece que se detiene para fluir viscosa y lentamente justo cuando menos lo puedes disfrutar (como en un atasco o en el sillón de un dentista), que parece que lo haga nada más que por fastidiarte.

Porque por mucho que lo midamos perfectamente, todo el mundo a la vez y con precisión matemática, no hay nada más relativo que el jodío tiempo, ese que nadie tiene y que es excusa universal para no hacer cosas. Al final, creo que lo utilizamos sólo como elemento de "oposición patalética": pasa rápido cuando queremos que pase lento y al revés... Inconformistas y quejicas que somos, ¿no?

De todas formas, te he puesto la tira de hoy porque cuadra perfectamente con mi situación actual, a nivel micro (se me ha pasado la mañana y apenas me ha cundido lo que he estado haciendo), a nivel medio (mi tiempo de trabajo disponible se precipita en picado contra la dura realidad de una fecha de entrega) y a nivel macro (¿cuándo un cambio radical de forma de vida no hace que el tiempo se escape de las manos como la arena?)...

Y es que estoy tan ocupado y centrado en mis urgencias que mi tiempo vuela. Y que espero de verdad que no pase nada importante alrededor, porque como me descuide me lo puedo perder sin quererlo.

Cuento contigo para que me avises si viene la profe y para que luego, si me hace falta, me pases los apuntes...

sábado, 27 de octubre de 2007

Espiral

Es complicado romper una espiral de dejadez. Lo he vuelto a comprobar empíricamente después de demasiado tiempo sin escribir por aquí.

La prueba de fuego para la ocasión: explicar con palabras la metáfora que se me ha ocurrido para la ocasión...

Consiste en un ejemplo semi-gráfico. Imagínate un dispositivo que crease un camino de setos y gravilla que va creciendo por delante tuyo conforme lo vas recorriendo, una máquina de fabricar agradables paseos por el parque. Se empieza a caminar desde el centro y, al mismo ritmo que avanzas, va tomando la forma de una espiral que conserva todo el camino que has recorrido. Un invento perfecto para disfrutar de una charla tranquila en plena naturaleza. Para apagar el dispositivo, sólo tienes que atravesar el seto exterior: romper la espiral para volver a tu camino normal...

En las metáforas también hay especulación inmobiliaria donde debiera haber setos. ¡Qué país!...

Como las espirales tienen la forma que tienen, cuando empiezas a recorrerla la curvatura es grande y el camino es estrecho. Es muy fácil salirte de ella, porque estás cerca del seto exterior. Sólo haría falta dar un pequeño paso hacia el lado y ya. Pero apenas has empezado a pasear y sigues avanzando.

Poco a poco, con cada giro, el camino se ensancha. Y resulta que, cuando te empiezas a cansar de andar, el seto exterior está más bien lejos. Es más fácil sentarte a descansar un rato que darte la caminata necesaria para romper la espiral. Así que no la rompes, sin pensar que la próxima vez que quieras salir de la situación el seto estará más lejos y tú más cansado...

ADVERTENCIA: No la mires mucho tiempo seguido. No mata, pero marea...

Creo que la dejadez funciona más o menos igual. Rompes tu rutina porque te apetece desconectar un tiempecito, y se va creando a tu alrededor una rutina distinta, más sencilla de vivir pero un poco más vacía. Pero sin darte cuenta te acostumbras a ella y resulta complicado darte el trabajo de saltar el seto para volver a la rutina anterior. Más complicado cuanto más tiempo pasa. Así se abandonan blogs. Así se pierden buenas costumbres. Yo he perdido a muchos amigos así...

Abandono no more. Ahora mismo estoy corriendo directamente hacia un seto exterior que se ha alejado demasiado, pienso atravesarlo de un salto.

Considera esta espiral de conformismo, abandono y dejadez rota.

AKA ha vuelto.

domingo, 7 de octubre de 2007

Cinco minutos

"...cinco minutitos más, por favor, déjame dormir cinco minutitos más..."

O, dicho de otra forma, ya mismo vuelvo a escribirte. Necesito un poco de tiempo más, para ordenarme, recuperarme y volver con algo especial (en el fondo, en la forma o en las referencias) que leer.

Porque con este factor nunca he pretendido ser un genio de las letras, ni tener legiones de fans enfervorecidas, ni impartir doctrina, ni desahogar una fértil vida interior, ni llamar la atención, ni tratar de conquistar el mundo... Y no creo que cambie el objetivo, por lo menos por ahora, jejeje...

Pero, a pesar de esa humildad de miras, voy a intentar no publicar entradas que me dejen indiferente a mi mismo. Es la única forma que se me ocurre de ofrecerte algo que te merezca la pena leer.

Aunque me temo que con este engendro de texto de hoy estoy muy por debajo del listón, ¿no?

lunes, 24 de septiembre de 2007

Deja de buscarla

...Sshhhh... Tranqui, no te preocupes que está todo controlado, ya puedes dejar de buscarla, no hace falta que la llames a voces. No hagas ruido revolviendo cielo y tierra para encontrarla... Está aquí conmigo, ssshhhh...

¡¡¡Vete a dormir a la cama, que si te quedas en el sofá te vas a levantar mañana como una alcayata!!!...

No está muerta, ni enfadada, ni herida, ni aburrida. Sólo está muy cansada y se ha quedado dormida.

Lo que le ha ocurrido es que ha estado abducida en un huracán de actividad laboral, muy ocupada a lo largo de toda la semana pasada. Retomando temas pendientes. Vinculando conceptos que tenía un poco oxidados. Demostrando, una vez más, lo buena que es en su trabajo cuando está motivada y le dan cancha para lucirse. Ahora, después del largo zafarrancho, está disfrutando el feliz sueño que nace de la tranquilidad del deber cumplido y del orgullo de lo bien hecho.

Mi creatividad está descansando merecidamente, reúne fuerzas para volver contigo.

...quieras o no... jejejeje...

sábado, 15 de septiembre de 2007

Examen de arte

Felicítame.

Ya soy un aikidoka de 4º kyu.

Y sigo trabajando para llegar pronto a 3º.

Por tu apoyo, antes y ahora: domo arigato.

jueves, 13 de septiembre de 2007

Mis cien balas: Silencio (3)

Jejejejejejejeje...

Me he comprado un silenciador. Y ya lo he estrenado...

Negro mate, ligero y con "agujeros de velocidad".
Y por la mañana te puedes beber el colacao como si fuera una pajita...


Ha merecido la pena. Aunque reconozco que ha sido una locura.

El viaje de cinco horas de ida y otras cinco de vuelta ha sido una paliza considerable.
La soledad de la carretera, conduciendo de noche, ha sido una prueba para mi mermada cordura.
La entrada en la reventa ha sido prohibitivamente cara y dificilísima de encontrar.
Soportar con la cazadora puesta toda la primera parte, mientras saltaba y gritaba, ha sido como llevar una sauna portátil adosada y funcionando.
Pasarme más de 6 minutos lavándome las manos en el baño del Palacio de los Deportes hasta quedarme solo, ha sido una prueba de templanza digna de un inspector de soldaduras en una instalación nuclear.
Comprobar lentamente el engrase de la corredera, el cargador lleno, el deslizar del seguro y el equilibrado de la pistola mientras escuchaba la alegría histérica que ha sido el tercer cuarto del partido contra Alemania, ha sido una sensación de irrealidad especial...

Pero cuando ha llegado el momento, estaba extrañamente calmado.

¡Cla-chlack!

Sólo tengo que bajar despacio por el pasillo de la tribuna, esperando que la apisonadora de rojo, liderada por ese tío con barba que parece enanito entre torres de músculos, haga lo que mejor sabe hacer: machacar a los pobres rivales que le tocan. Ahí van al contraataque. Es el momento.

¡¡FFFPPPTTT!!
(cómo mola el silenciador)

"¡¡¡Ra-ta-ta-ta-ta-ta-ta-ta-taaaaggggghhhhh!!!"... y silencio....

"Me pongo los casquitos vintage para que no me confundan con el balón. ¡Jugón!"

Un disparo a bocajarro en el cuello, con el cañon casi tocando la piel. La sangre, tan discreta, empapa oscureciendo una pajarita de colores chillones. Ya no va a retransmitir a voces ningún partido más, ni del Eurobasket ni de la Liga.

Ni siquiera las montañas humanas que son Iturriaga y Epi, sentados a su lado, se han enterado. Y nadie ha echado de menos escuchar el alarido diciéndo "triiiiiiii-pleeeeeee" de Don Andrés Montes después de un tiro de Rudy Fernández. Es más, juraría que los he visto sonreír de medio lado mientras seguían comentando, aunque es difícil asegurarlo porque ya estaba enfilando la salida entre el rugido de la grada.

Vivirá, por supuesto. Para eso llevo una semana y media estudiando la anatomía del cuello, buscando un ángulo y una trayectoria para hacerle un boquete a la altura de las cuerdas vocales sin arrancárselas y sin tocarle la tráquea, el esternomastoideo, las vértebras, la glándula tiroidea, la carótida o algún ganglio importante. Sólo faringe y laringe. Por eso tenía que ser a bocajarro, para no fallar al tener retrocesos raros. Y, zas, locutor mudo, no muerto. En un año, recuperado. Si es que soy bueno en esto, leches. Aunque reconozco que he tenido que tener una cantidad indecente de suerte hoy, porque si no, cadaver.

Y sí. Sé que ha sido una locura. Pero he logrado una semifinal y una final de Eurobasket sin su narración histriónica y sin Toro XL (o como se llame el mejunje ese que anuncia). Así que sé que ha merecido la pena... ¿a que sí?...

He gastado una de mis cien balas irrastreables. Me quedan 94.

Las reglas del deporte-Filosofía de peluche (4)

Vaaaale. Si haces click en la imagen, ¡¡crece!!

A lo mejor esta es la razón por la que mi inconsciente evita la mayoría de los deportes de equipo (en firme alianza con mi rodilla izquierda anti-futbolera).

A lo mejor esta es la razón por la que muchos días me despierto con el cansancio de tres meses de instrucción y la sensación apagada que volveré a casa vendado en una camilla.

Aunque, por supuesto, sigo jugando con compañeros de equipo siempre que puedo y sigo sintiéndome orgulloso de mi mismo cuando me comporto como un buen soldado en el frente laboral, sobre todo en ofensivas como la que empezó ayer. Y, al menos, me pagan.

Además, jeje, tengo factor de curación. Ni me asustan las lesiones ni las heridas de metralla.

viernes, 7 de septiembre de 2007

La bella y graciosa moza...

Hace ya mucho tiempo que conocí a esta bella y graciosa moza.

No recuerdo bien el momento, pero yo no era más que un chavalito, uno de esos que son más ingenuos y tímidos de lo recomendable para su edad. Un día cualquiera, alguien me habló de ella y sus compañeras de forma casual. Inmediatamente me interesé, porque resultó que yo ya conocía a parte de su familia desde hacía un tiempo (gracias a mi mami) y eran increíbles, así que hice lo posible por conocerla. Cuando llegó el día, y a pesar de que al principio no entendía bien sus risas sin motivo, capturó mi atención desde que escuché su historia completa, incluso a pesar de que estaba oyendo muchas buenas historias aquella tarde. Me encantó su candor, su actitud hacendosa y cumplidora, su forma de cantar alegremente, su velocidad y destreza aferrando a su mascota huida... Y por eso mismo me cayó gordo gordo el tipo de altivo porte que la pretendía...

Llevo con ella mucho tiempo y me ha hecho pasar muy buenos ratos muchas veces. Siempre me hace reír, casi como el primer día incluso a pesar de conocer su historia de memoria. Y sigue siendo tan bella y graciosa como siempre ha sido mientras lava la ropa en el arroyuelo.

Deja que te la presente:


Tiene muchas hermanas y todas merecen la pena. Porque sus padres son genios. Son los únicos artistas por los que he sido capaz de esperar (dos veces dos) unas 6 horas de cola delante de la taquilla de un teatro y son los únicos que estando en un escenario han hecho que mi padre se preocupara por mi porque no era capaz de respirar en medio de un ataque de risa. Son los que transforman en fans irredentos al 90% del público que tiene la suerte de verlos en directo. Un vicio para viciosos profesionales como Xtremo y Lunita. Una cura natural e inteligente a la bajeza de ánimo y la apatía vital.

Por eso siempre que me apetece reírme un ratito y tiro de clásicos, como esta tarde, recurro a ellos.

¡¡Larga vida a Les Luthiers!!

(Por cierto, nota anecdótica. Ahora mismo juraría que quien me la presentó fue el mismísimo Tete en una cinta de cromo de 90 que se oía de pena, grabación de grabación de grabación hasta el infinito. Lo que sí recuerdo claramente es que era la última de la cara A. ¿Es curioso o no es curioso esto de la memoria selectiva?...)

miércoles, 5 de septiembre de 2007

9 samurais

(Nota previa: Te aviso. Esto es un tochaco de texto, lo sé, pero tiene que ser así. Sé que me lo perdonas porque sé que lo comprendes... Es un homenaje. Pero conste que te he avisado)

Aunque el título "7 SAMURAIS" pueda ser más adecuado por lo canónico (muchos referentes culturales y subculturales) y lo simbólico de la cifra(que abruma), no me queda más remedio que aumentar el cupo para dar cabida a ese grupito de españoles y española que se comportaba casi casi como una familia a un par de miles de kilómetros de casa.

Porque éramos 9 samurais.

"A ver, el gigantón ese, Angie o como sea...
¡¡Apártate un poco que estás tapando al chiquitín de la barba y al calvo, leeeeches!!..."

Nueve guerreros. Nueve samurais:
Ángel, nuestro Kanbei, soldado nato, enorme y jovial, representante directo de Rafa Sensei, protector y conductor de la pequeña masa vociferante que éramos. Suyas eran las historias (todas verídicas y con moraleja... ejem...) que nos hacían atronar con carcajadas la silenciosa noche francesa. Suyas las miradas atentas (y a ratos juraría que orgullosas) a su tropa. Y también la recopilación detallada de las crónicas de los combates librados, para seguir aprendiendo en adelante.

Marco, luchador y poeta, cocinero y explorador, libre y buscavidas. El único veterano en este campo de batalla. El que llegaba el primero al dojo, a las duchas, a las conversaciones, al solecito, a la lectura, a la nevera, a las risas y los bailes. Y muchas veces también se iba el último. Perfeccionando su arte con un espíritu marcial ejemplar, y enseñando cómo usar la inteligencia pícara de un conseguidor nato.

Antonio Zamora, un guerrero hecho con una mezcla uniforme, explosiva y viviente entre pasión por el aikido, experiencia en el tatami, fuerza mental y física bien dirigidas, ilusión por aprender de los grandes y transmitir lo aprendido, y disfrute sincero de una experiencia nueva, completa y motivante para él y para todos los que la vivimos. Daba gusto verlo saborearlo todo, desde las comidas a las caídas. Mi maestro y amigo, allí y en casa.

Paco, un samurai filósofo, concienzudo y paciente en el estudio de las formas y las motivaciones, preocupado por lograr una integración completa con el ambiente(en idioma, formas, actitudes...), pergeñando a ratos perdidos un arte marcial para la paz mediante la vida de Kojo en un cruce de caminos cualquiera. Suministrador de cultura, calma y confidencias a media luz. Y gaditano además...

El "tito" Antonio, que como el Gorobei de la película era el guerrero con más experiencia en la vida del grupo pero que conservaba y transmitía "perfectamente" la actitud ilusionada propia de un niño que está empezando a andar. Siempre preocupado de acompañar a los aún rezagados y siempre aportando sus ganas ejemplares y su ingenio constante para remontar ataques de vértigo en altas pendientes. Dando envidia sana de sueños cumplidos y de energía interior.

Miguel, nuestro niño, arropado por un grupo de personas muy diferentes a él, que crecía a ojos vista en técnica, madurez y actitud con una naturalidad y una sencillez asombrosas, superando inercias y comodidades (con más o menos esfuerzo, eso sí) y sin perder ni la identidad propia ni la inocencia del que todavía tiene la oportunidad de elegir seguir siendo joven. Uke del maestro, para envidia de todos, y enemigo del Manolo. Se le notaba que le encaaaaanta el contacto con el tatami.

Cristina era la única mujer del grupo, gracias a un "flus" inspirado que la empujó a un camino incierto en un país extraño. Valiente por tanto, atenta siempre, suave en las formas pero enérgica en el combate, cerrilmente indecisa sobre todo a la hora de comprar chocolate. Ha vivido camuflada entre salvajes, y seguro que ha aprendido algunas cosas que no esperaba (esos chistes, esas expresiones locales, esas extrañas manías...). "Pa' ella y pa' su po... estooo... su vida".

Victor, con ese aura de ronin del sureste, preocupado por perfeccionar su arte mediante cuidado de las formas, respirando hondo, trabajando despacio. Era silencioso observador de lo que pasaba, analizando con un puntito crítico y un poco desde fuera la trayectoria y los acontecimientos. Creo que no se puso nervioso ni comiendo un entrecot, aunque en general tuvo suerte con la comida y la compañía.

Y yo, claro. Con los ojos grandes de lo abiertos que los tenía, con la sonrisa puesta a cada rato y tratando de contagiarla, pendiente y dispuesto para participar plenamente (lavando kimonos, cantando pamplinas, fregando platos, enfriando cerveza, riendo a carcajadas, comprando comida). Escuchando siempre mientras trataba de aprenderlo todo. Imaginando entradas como esta para intentar fijarlo todo en una memoria frágil y normalmente olvidadiza. Realmente feliz.

Había más compañeros de tatami y de convivencia, por supuesto. Españoles eran los "navajas mecánicas" de Albacete (Nicasio, Ismael y Miguel), expertos y veteranos, cañeros, bailones y zumbones (sobre todo de noche). También los "amigos y residentes en Madriz" (Dani y Óscar), pareja de hecho al borde de la ruptura siempre, innovadores en la alimentación y samurais en el entrenamiento. Y gracias a Bruno y a su traducción del maestro, más de uno pudimos evitar la cara de tonto inevitable. Y, claro, franceses había un montón grande y francesas un montón chiquito. Daniele, Antoine, Antoine el mini-Ángel, Maria, el rallaíto, Claudette, Stephanie, el matao, Alexandra, el del cumpleaños, el otro rallaíto, el alemán, el psicópata silencioso, Gilles, Natalie, Paco (jejeje), Mirielle la ambulanciera,... Y todos esos ukes que tuvieron que sufrir a un novato ávido de aprender en busca de hakamas que le enseñaran el camino.

Nueve samurais... No salvamos un pueblo de una legión de bandidos, luchando sólo por la comida y el honor como único sueldo. Supongo que sólamente buscábamos dar un paso más en un camino, el aikido, que cada uno encaja como puede en el viaje desorganizado que es la vida de cada cual. Para mejorar personal y técnicamente en una actividad que es un arte cuando son maestros (artistas) quienes la practican y parece tan torpe en las manos de un novato eterno como voy a ser yo. Ese mismo arte marcial que no busca ser beligerante pero utiliza el bushido como inspiración. Y que resulta para los que lo practicamos tan difícil de explicar para los que no lo conoceis.

Por eso, cuando te doy el coñazo con el tema, sé que respiras hondo y piensas que escucharme valdrá como buena acción de cara al purgatorio o a Papá Noel, mientras tratas de aguantar las ganas de llamar a los loqueros y me sigues la corriente asintiendo con la cabeza con expresión interesada. Porque sabes que lo vivo, aunque cuando empiezo ya no paro...

Los fanáticos conversos y convencidos somos así... Ains...

martes, 4 de septiembre de 2007

Un anuncio.

Corto, conciso y breve. En contra de mi propia costumbre.

Ejem.

Mañana (técnicamente hoy) vuelvo al tatami.

Ya te contaré cómo ha ido si logro sobrevivir a la experiencia.

Ejem.

lunes, 3 de septiembre de 2007

Cierra los ojos, que voy a cantarte una nana.

NANA PARA ADULTOS
Gloria Fuertes

Nadie nos acuna a los mayores.
Llegan noches cuajadas de silencio,
miedo a la Oscuridad,
tierna regresión y,
nadie nos canta nanas a los mayores.

Aprende a soñar, como yo,
sin que nadie nos acune.
- Duérmete en nana, nene.
Duérmete en nana, nena.
Volveremos a vernos en la otra Orilla.
Será de azúcar la arena.
Volveremos a vernos en la otra Vida
-menos perra-.
Duérmete en nana, nene.
Duérmete en nana, nena.

Sí, ya sé que puede no pegar mucho con la no-temática que gasta este sitio, pero me apetecía compartir contigo una debilidad que he recuperado casi sin querer.

Hoy, mientras que para tí probablemente haya sido un lunes más lunes que otros, yo he vivido una melancólica tarde de domingo, como todas las tardes de domingo pero sin el soniquete del futbol de fondo (con lo que acompaña), gracias a las fiestas locales de CiudadCueva.

Ese hecho, un rato de plancha delante de una película que he visto muchas veces y el sueño indefinido que me está atacando preventivamente a estas horas, me han llevado a fijarme en el lomo de un libro desapercibido. Está fuera de su sitio, porque su sitio ya no está (se me ha partido un armario prefabricado... esas cosas que me pasan a mi de vez en cuando...). Se llama "Libro de Nanas" y es de García Lorca, Gloria Fuertes, Miguel Hernández, Victor Jara, y otros...


El por qué tengo yo este libro es una historia larga (quizá no tanto), y el porqué lo conservo aún es un misterio (aunque de los fáciles).

Porque reconozco que me ponen un poco triste las nanas, ya ves. Implican el final de un día, justo en el momento en el que el día siguiente deja de importar. Además, para mí una nana necesita a la persona que la canta. Y lleva de la mano, por ejemplo, la protección de un padre y la ternura de una madre. Por eso me hacen echar de menos cosas que, en estos raros ratos de introspección, no disfruto como me gustaría: Susurrar en penumbra palabras que tranquilizan al son de un ritmo improvisado y universal, la confianza de quien empieza escuchando derrotado en sueño y acaba durmiéndose tranquilo al arrullo de palabras que se van acomodando en el silencio, la ordenación del caos que supone empezar a soñar nuevamente con una sonrisa, la retirada silenciosa de quien ha asumido la tarea de dormir a alguien querido.

Así que siempre descubro que, en realidad, no me pongo triste realmente con las nanas. Un poco melancólico. Algo impaciente, quizá, pero sólo eso.

Hoy, en este lunes atípico, me ha apetecido cantarte una nana. ¡Ea! Y espero que te haya gustado, aunque seamos tan mayores como para que nadie nos acune ya. Nos vemos en esta vida...

jueves, 30 de agosto de 2007

Mis cien balas: Prácticas de tiro (2)

"No me puede volver a pasar" - pensaba sin parar - "No me puede volver a pasar porque como la próxima excavadora tenga un arma, me fríe a tiros seguro..."

Mientras tanto trataba de fijar con cinta adhesiva el jodido poster recién imprimido a la pared de mi pequeña terraza, justo en la esquina opuesta al otro. Esta foto está muy pixelada por las ampliaciones, pero la jodía foto tenía que tener tamaño más o menos natural. Porque tenía que aprender a disparar con el cacharro, sin sorpresas, aunque eso significase dedicar algunas de mis balas a practicar. No iban a ser un desperdicio, sino una inversión.

Por otro lado, iban a cumplir su cometido. Iban a ser disparadas a gente con méritos suficientes para merecerlas, sin duda. Iba a hacer lo que cualquiera con un poco de criterio estético y amor por los personajes representados deseó hacer cuando vió la película. Porque el bailecito con los BeeGees de un pringao que se supone que es Peter Parker clama venganza. Porque el responsable de Spiderman 3 merece sangrar por su obra. A ver quién me lo podía discutir.

Por eso cuando el otro día la pude ver lo vi todo claro: ya tenía "víctimas" para mi galería de tiro. Al actor pringao, cargante y carapán (Maguire), por admitir lo ridículo de la escena y la degradación de un heroe de los grandes en sus carnes.
¡¡Por San MacFarlane bendito, chaval, cambia la pose. Spidey tiene que tener las rodillas por encima de los hombros, léete algún tebeo ya!!

Y al director y coguionista (Sam Raimi), con haceres de genio en otros tiempos, pero inexplicablemente moña y conformista en esta entrega, en la que ridiculiza la herencia de cientos de historias épicas de dolor y redención, y desaprovecha vilmente a una Némesis clásica, Veneno.
"Señor Raimi, señor Raimi, ¿me deja apretarle el nudo de la corbatilla? Jijijiji..."

Un poco de google. Una ampliación cochambrosilla. Un plotter prestado. Un cargador con 4 balas. Dos objetivos y una rehen. Iba a dominar el hierro indetectable esa misma tarde.

¡Cla-chlack!.

A 10 metros. De espaldas. 3, 2, 1...

Media vuelta y fuego a la izquierda. ¡¡BLAM!! A la mano de escribir guiones. Una patada en la muñeca. Cinco centímetros por debajo, destrozo el cuaderno. Tengo que apuntar con las dos manos...

Cambio de objetivo. Me resisto a tirar al bulto rojo, y apunto al hombro, no vaya a ser que me cargue a la pelirroja. ¡¡BLAM!! Otra vez por debajo, tiene un agujero en el sobaco. Tensión activa con la izquierda sobre la culata, mucho mejor, mucho mejor...

Clavando la rodilla en el suelo, vuelvo a girar. ¡¡BLAM!! Toma ya. Justo en el nudillo. Deja escribir guiones a los profesionales, joer. Y dale más cancha a Bruce Campbell, leñe.

Giro la cintura y antes de disparar ya sé que voy a acertar justo donde apunto. ¡¡BLAM!! Te acabas de quedar sin el dedito de señalar a lo vaquero, chaval, para que aprendas a bailar. Hazte uno de telaraña...

Ya sólo se oye el tintineo del último casquillo en sus rebotes en el suelo y mi respiración adrenalínica. Ni una sirena cercana. Ni un ladrido en el barrio. La pistola es precisa y suave una vez que la sabes tratar. Y tengo cuatro agujeros rellenos de plomo en las paredes de mi terraza. Menos mal que todavía (y lo que te rondaré morena) estoy de obra.

Pero ahora sí que estoy preparado. He gastado cuatro de mis cien balas irrastreables. Me quedan 95.

miércoles, 29 de agosto de 2007

Gravedad fuerte-Filosofía de peluche (3)


No, hijo, no... Lo que pasa es que tienes un síndrome post-vacacional más grande que una base de bombarderos de la Segunda Guerra Mundial.

Lo sé porque a mi me está pasando igualico igualico...

Este año me ha dado fuerte:
Por más que intentas que con el lanzamiento la bola vaya directa al objetivo, precisa y calculada, el tiro sale flojo. Ni siquiera llega a medio camino, la jodía nieve. Ni pie con bola das...

Es temporal, claro. Estaremos de vuelta en el frente ya mismo. A pleno rendimiento en el trabajo yo y apuntando al coco de Susie tú. Como los genios que sabemos que somos aunque a los demás no les quede claro todavía.

(Y un consejillo, si se te caen los cereales, prueba con café y tostadas de aceite y jamón para desayunar... Pregúntale a Hobbes...)

lunes, 27 de agosto de 2007

Back to the front!

Ains, qué bonita copla de Metallica me trae este día a la mente. "Disposable heroes" se llama. Qué poesía en sus frases, qué estructura en su historia, qué conceptos más evocadores y apropiados para el día que hoy he vivido....

...y es que hoy he vuelto a trabajar....

No me quejo. Al menos no demasiado, porque después de este tiempo de vacaciones no puedo quejarme sin parecer un llorón ajqueroso. Porque han sido bastante mejores de lo que yo mismo esperaba a priori. Increíbles por lo variadas, por lo emocionantes, por lo divertidas, por la motivantes. Por los maestros, por los artistas, por los amigos, por el tiempo, por los paisajes, por la libertad, por los ukes y toris, por la familia... Por tí, en definitiva.

Pero es que, sin ser demasiado exhaustivo ni pesado, durante este mes he sudado al sol con una radial ardiendo en la mano mientras escupía polvo de baldosa, he arreglado agujeros ocultos en paredes con mezcla amasada a fuerza de brazo, he visto películas de 10 horas con forma de serie de televisión bebiendo limonada a punto de congelación, he saltado en la arena para llegar a una bola difícil con una pala de madera en la mano, he ido a 60 Km/h a ras de suelo, me he quedado dormido en un sillón reclinable rodeado de dormidos después de comer un pollo asado riquísisímo, me he bebido una Bombay Sapphire en un vaso de pinta, he bailado pasodobles intuitivos en una verbena, he intentado comprar un coche que no es para mí, he hablado en francés sin tener ni idea, he impedido presuntamente comprar chocolate porque no llegábamos a una lavandería pública, he rodado en un tatami de 350 metros, he reído a carcajadas hasta las 2 de la mañana, he masticado cerveza en hielo con un kimono empapado después de 3 horas de práctica, he sido un pececillo en un mar de hielo eterno, he atronado una ladera verde con kiais roncos al compás de 100 espadas de madera, he perdido un avión, he pisado charcos en pleno agosto sobre una calzada romana auténtica, he observado a un rey de Esparta humillado y a una princesa troyana esclava y sola luchar por un hijo oculto entre columnas erigidas hace 2000 años, he viajado cantando a viva voz, y he dormido tranquilo y muy feliz muchas noches. Un lujo de vacaciones, ¿verdad? Ya te contaré algo más un día de esto.

¿Son mejorables? Siempre. Me ha faltado tiempo y me ha faltado gente. Me he quedado con las ganas de ver a Cimci y a Marnie, por ejemplo. No he podido acabarme un juego en cooperativo. He leído mucho menos de lo que me hubiera gustado. No he descendido unos rápidos en una barca con 7 personas gritando para animarse. No he visto amanecer en brazos de buena compañía. No he doblado cuidadosamente una hakama negra. No he bebido agua recién brotada de un manantial en un alto en el camino a media mañana...

Pero, hoy por hoy, no son pérdidas que lamentar. Son planes para un futuro cercano.

Y cuento contigo, que lo sepas...

sábado, 4 de agosto de 2007

Soy un vicioso sin solución.

Ayer, aprovechando más o menos el inicio efectivo de las vacaciones laborales, cedí a la tentación...

...me he comprado un videojuego nuevo...

Se llama Azulejo's Master. Una hábil mezcla de géneros con una jugabilidad que me recuerda a otros tiempos, cuando hacíamos aquello de "pre-tecnología" en el cole y nos dejábamos todo el dinero que caía en nuestras pequeñas manos en desenfrenados ratos de a cinco duros la partida. Tiene algo de minipuzzles tipo Wii, algunas fases de plataformas y un toque de acción en primera persona la mar de emocionante. Aunque dicen que el argumento está flojito, flojito, para no variar últimamente.
Hay que reconocer que se han currao la portada. Caja de cartón corrugado auténtico, no veas...

Por otra parte, teniendo en cuenta que me ha costao 70 lerus (lo que vale hoy en día un juego recién sacado al mercado) he picado con la edición coleccionista, a pesar de saber perfectamente que las chorraditas no siempre compensan el gasto extra, porque el juego es el mismo, al menos en teoría. Qué puedo decir, me ha encantado la carátula exclusiva y los dos discos. La edición normal es demasiado sosa esta vez...
Diseño en Blanco Apple para gafapastas pomposillos.

Pero lo que más me ha gustado del juego es que tiene ¡¡un periférico exclusivo!!. Como la guitarrinchi del Guitar Hero o la pistola del Time Crisis, pero pensado exclusivamente para este jueguito. Lo llaman "Radial cutter" o algo así, aunque como no saquen una segunda parte, no sé yo.
No. No es wireless todavía, pero ya se rumorea una réplica de una Black&Decker sin cables para el próximo.

No sé cuántas horas de juego se le podrán sacar, sobre todo porque últimamente ando torpón, pero me entretendré mientras llega el Bioshock. Jejejeje.

Además, me mantendrá ocupado mientras llegan los demás acontecimientos previstos para las que quiero que sean las vacaciones más raras del lustro, que ya te iré contando en dosis adecuadas. Si me echas de menos por aquí un tiempo, ya sabes con qué estaré liado por el momento. Viciando, sí. Viciando.