sábado, 30 de junio de 2007

Tuvo que decirlo.

Así que no. Que eso de que nunca dudó tiene que ser un mito, joder. Estoy seguro de que tuvo que pensarlo en algún momento. Y me juego el brazo izquierdo que más de una vez. Muchas veces más. Fijo.


Que todo empezara cuando mataron a su Rey, que por cierto también era su amigo, no tiene ahora mucha importancia. Su relación anterior había sido correcta y después de aquello se puede decir que, al menos, cumplió con su papel de alférez real. Es cierto que en Burgos no estuvo a la altura, que se pasó, aunque hizo justo lo que él creyó que tenía que hacer. Fue normal que, como nuevo Rey de Castilla, Alfonso no lo "comprendiera adecuadamente". Fue reemplazado de su cargo de alférez, relegado en la corte a juzgar algunas causas menores, enviado a cobrar tributos lejos de casa. Seguía trabajando por su Señor y su Corona, sí, pero seguro que se sentía apartado de la Corte, subestimado en su potencial, relegado…


Era un buen servidor de su Rey y de su pueblo. Con mejores y peores rachas, pero haciendo lo que se le pedía en nombre de Dios y de Castilla. Buen vasallo. Buen soldado. Buen hombre.


Por eso estoy seguro que después del destierro, último paso de un camino iniciado ya tiempo antes, lo tuvo que pensar no una, sino mil veces. Cuando volvía la grupa de su caballo hacia la frontera. Cuando luchaba por libre con los enemigos de turno de Castilla. Cuando reclamaba esta plaza o aquel castillo en nombre de su Rey. O durante aquella primera noche de viaje forzado. O en alguno de los días de victoria. Que no me creo que el halago del “Dios, qué buen vasallo si hubiera buen Señor” lo dijera sólo un capitán pelota delante de un periodista de la época.

"Morcilla de Burgos, poderosa energía.
¡Despierta el bruto que hay en tí!..."


Estoy seguro que Rodrigo, aunque fuera en voz bajita, tuvo ocasiones en las que dijo algo parecido a:

“¿Y en quién demonios tengo yo puesta mi lealtad? ¿Qué hago yo en esta guerra? ¿Dónde están mis aliados en esta carga de caballería?¿Me echarán de menos siquiera?...”


Seguirá luchando como hasta ahora, aunque tenga que buscar nuevos señores o nuevos reinos. Como buen vasallo y buen hombre. Y estoy seguro que un día, bajo quién sabe qué estandarte, conquistará Valencia.

Aunque sea después de muerto...

domingo, 24 de junio de 2007

¡¡HUELGA!!

PASADO.
CiudadCueva.
MansionAKA.
Mayo 2007.


"La vida era mucho mejor antes, desde luego" -dijo Hombro Derecho.
Brazo derecho estuvo de acuerdo: "Ya te digo... No puedo ni con mis filamentos de tejido muscular estriado. Esto de darle vueltas a la mezcla de cemento a fuerza de brazos tenía que estar prohibido por la Convención de Ginebra".
"Encima es tan torpe que acaba cogiendo la mezcla con nosotras, nos tiene las palmas echadas a perder y las uñas negras negras" -dijeron las Manos al unísono.
"No hemos venido aquí a quejarnos, sino a buscar soluciones" -terció Cerebro- "Pensad un poquito, por favor".
La Zona Lumbar no aguantó más y estalló: "Claro, ya habló el listo. Encima de meternos a todos en este follón por creerse muy original y creativo, ahora no nos dejas hablar. ¡Hemos venido a proponer una huelga!. ¡Tú no sabes lo que pesa el cemento, masa informe! ¡Y los antebrazos tienen mil rasguños por culpa de los ladrillos!".
"Si no hubieran hecho caso a la idea del Culo de subirlo todo de una vez... jejeje..." -se reían los dos Pies entre cuchicheos.
"A ver, Lumbar, que para la huelga siempre hay tiempo. Ya conocemos la eficacia de tus piquetes de lumbalgia cuando llega el momento" -contestó Cerebro- "Sólo os pido que me deis una oportunidad. Yo la fastidié, dejadme que trate de arreglarlo por mis medios. Soy un especialista de la distracción: puedo ocultar intenciones, puedo acordarme de tareas urgentes, puedo inducir sueño y desgana, puedo convertir en problemas irresolubles de obra las tonterías más simples, y puedo manipular su atención con toda facilidad. Así, además, ayudaremos a la Sra. Panza, que dice que ya no es lo que era, que tanta vida sana y activa la tienen maltrecha. Una huelga implicaría una medicación, una alimentación adecuada y ejercicios regulares a medio plazo... Y no queremos eso, ¿verdad?..."
Todos los órganos y extremidades negaron con fuerza, mientras, en silencio, Rodilla Izquierda movía la rótula con resignación y Zona Lumbar rezongaba por lo bajini "...vale, pero como yo vea que un día de estos se acerca a un ladrillo, lo parto por la mitad de dolor de espalda, qué se habrá creído, por muy gris y gordo que sea..."

PRESENTE.
CiudadCueva.
MansionAKA.
24 de Junio de 2007.


Cerebro: "Mira que eres bestia Lumbar. Con lo bien que estaba funcionando mi plan..."
Zona Lumbar: "Nah, no te quejes. Sólo le he dado un sustillo. Verás como se le quitan los afanes constructivos. Y con un poco de suerte, deja el aikido ese una temporada, que nos tiene a todos hasta los tendones..."
Cerebro: "Recuerdos de la Sra. Panza. Dice que se está recuperando rápido, aunque creo que debería empezar a controlarse de nuevo..."
Zona Lumbar: "...¿y tú qué sabrás, aguafiestas?..."

FUTURO PREVISIBLE.
CiudadCueva.
MansionAKA.
Año 2099.

Zona Lumbar: "Jejejejeje... Ya se lo dije, mi señora oscura. El poder es nuestro"
Sra. Panza: "Muy bien, mi joven aprendiz. Visita a Cerebro en el Bloque-prisión y asegúrate que no ha cambiado el canal de la tele, no queremos que se pierda Operación Gran Hermano Triunfo. ¡Jia, jia, jia, jia...!"...

martes, 19 de junio de 2007

...con ojos de niño feliz.

El siguiente bombardeo ha sido este fin de semana (si obviamos cierta escaramuza lúdica el jueves en PuebloTajo, que también me dejó para el arrastre y de la que puede que hable algún día).


Esta vez el bombardeo ha sido largo, preciso, continuado y demoledor, como deben ser estas cosas… El enemigo: el miedo al ridículo, la seriedad “bienqueda”, los complejos, la monotonía, la desilusión. Todos esos mercenarios rastrerillos que se alían con lo que significa “ser adulto” porque creen que tienen más posibilidades de ganar.

Han sido puestos en fuga. Siguiendo con la metáfora militar, llevo dos días desfilando por un París recién liberado como parte de la 28ª División de Infantería Mecanizada de los Usacas, entre vítores de la población y botellas de vino francés gratis (es lo que tiene la wikipedia: mucha información anecdótica para dárselas de raro…). Si cambias “París” por “mi vida color gris” y cambias a los nazis en retirada por todas las sensaciones desmotivantes que te he dicho antes y lo entenderás mejor…

¡¡Cuerpo a tierra!!. ¡¡Ese gusano infecto tiene un arma!!...


He pasado el fin de semana en la Granja Escuela, ahí al lado, en un Curso de Monitor de Tiempo Libre. Me he reído más en dos días y medio que durante algún mes de los malos entero. Me he disfrazado con bolsas de basura, cartulina, rotuladores y papel celo de torero, de cabestro (muy apropiado, ¿eh?), de rociero y de feo superviviente (fácil, fácil: unas ojeras en azul y ya). He alabado de rodillas a un gurú de la danza libre. He disfrutado como un enano de la enorme creatividad de la gente que me acompañaba. Me he arrastrado por el suelo. He inventado caminos por bosques infestados de orkos, arañas venenosas y barrancos sin fondo. He matado a un gusano zombie. He memorizado reglas absurdas con sabor a licor de chocolate. He formado una falange espartana armado con un escudo de almohada y una lanza también de almohada (pero con funda, ojo) para defender el pasillo de las Termópilas. He visto espectáculos sorprendentes interpretados por personas increíbles con labios de fresa, acentos extranjeros, zapatos grandes, bolos luminosos, sombreros de colores y vestidos rojos muy escotados. He inventado el juego del “Bola-Cubo” con una niña de 7 añitos recién cumplidos. Me he aseado en público con toda la humildad del mundo (¡Ole...!). He dormido a pierna suelta las dos horas diarias que se me han permitido… En resumen, he vivido feliz.


No me engaño. La guerra es larga, Berlín está todavía muy lejos y mi columna se moviliza hacia la Línea Sigfrido ya mismo. Y sé que el enemigo se está reagrupando en retaguardia y volverá a atacarme a traición y por el flanco. Conoce mis puntos débiles y mis malos momentos. Pero ahora y por ahora mis “ojos de niño feliz” me harán verlo venir desde lejos y prepararme para la lucha diaria. Creo que no necesito más.

Sólo quiero decirte una cosilla:

A ti que has estado conmigo en uno u otro momento de este fin de semana: “¡GRACIAS!” (Así, con letras gordas).

A ti que estás pensando que se me ha ido la chaveta con cierta dosis de envidia sana: “¡Pruébalo alguna vez!, ¡vuelve a la infancia un ratillo!”.

Más optimismo en vena. Voy a acabar haciéndome adicto.


Y ahora dale al play del video, que creo que estoy escuchando al moro desgañitarse y tenemos que bailar hasta el punto de reunión...

(Por cierto: a este tío habría que hacerlo famoso, a la de ya)

lunes, 11 de junio de 2007

Mirada de viejo soldado...

Creo que siempre he comprendido la sensación: sentado en el suelo, fumando un habano al sol después de que termine el jaleo, dejando desde la barrera que el pelotón de reconocimiento acabe el trabajo para el que se les ha entrenado. Y la frase: "...con el debido respeto, señor, está empezando a aburrirme mortalmente..." (o algo así) que nace de la satisfacción del deber cumplido una vez que han terminado las misiones encomendadas: recuperar el risco y convertir a unos chulitos de playa en buenos soldados orgullosos de serlo.


Este es el rifle de asalto AK-47, el arma favorita de vuestro enemigo.
Hace un sonido característico cuando lo disparan, así que recordadlo... (cof,cof)


El sargento mil veces reenganchado, motivado por un convencimiento interior de estar haciendo lo que tiene que hacer, rodeado de jovencitos que no tienen ni idea de qué va la guerra ni cómo orientar su entusiasmo, inmerso en una institución que opta por ignorar los motivos de sus miembros en búsqueda de una eficiencia burocrática que no funciona bien en la trinchera... Está cansado pero contento. A su ritmo, con sus achaques, sus años y sus manías ha hecho su trabajo. De una manera eficiente, ordenada y militar. Aunque tiembla al pensar en las agujetas de mañana...

Y es que ayer -a la vejez, viruelas- participé, con tres pimpollos a los que no hace tanto que doblaba la edad, en una gymkana urbana contrarreloj, por un pueblo en cuesta, a la hora de la siesta de un día soleado de un junio andaluz. Tiro con arco, fabricación de mobiliario tradicional, cocina creativa, saltos al vacío en un parque, clases de interpretación poética, costura, cultura, submarinismo en aguas estancadas y malinterpretación cabalística de números ocultos no tan ocultos. Y sobre todo y por encima de todo, carreras como pollos sin cabeza cuesta arriba, cuesta abajo, cuesta al centro y para adentro... En mi vida he corrido tanto sin motivo y sin perseguidores. Y dudo que lo vuelva a hacer, creo que me licencio ya. Aunque sé en el fondo que, en cuanto me entere de dónde y cuándo es el siguiente bombardeo, estaré como un clavo en la oficina de reclutamiento.

¡¡¡Banzaiiii...!!!

Fue una gran experiencia, aunque mis piernas me odien a muerte. Muy divertida. Muy motivante.

Optimismo en vena, que buena falta suele hacer.

miércoles, 6 de junio de 2007

¡¡Qué fuerte, qué fuerte, qué fuerte!!

Hoy te traigo una exclusiva. Una exclusiva mundial.

Por primera vez en la red...

¡¡UNA FOTO MÍA HACIENDO AIKIDO!!
Me han pillao con la boca abierta por el esfuerzo de levantarme del duro suelo. Que conste.

No, no te decepciones, porque te aseguro que cuando entreno soy poco más o menos lo mismo de leño que en la foto (un poco más sudoroso y colorado, si acaso). Y eso, en un arte de armonía y fluidez como este, pues indica perfectamente cual es mi nivel: una nulidad.

Literalmente, aikido quiere decir algo así como "el camino (do) para la armonía (ai) con el Ki". Y el Ki puede ser un montón gordo de cosas, aunque yo lo identifico con algo parecido a la fuerza interior o la energía. Un follón, vamos. Así que dejo la filosofía para otra ocasión.

En la práctica, como leí en algún sitio alguna vez, es "el arte de fundirse con el suelo mil veces", porque llegas a tener mucha confianza y ratos compartidos con el suelo, te lo aseguro. Además, en cuanto te levantas allá que te mandan de nuevo...

"...it's raining men!! Hallelujah!! - It's raining men!! Amen!!..."

Sí. Ya sé que estoy especialmente pesado con el temita, pero es lo que pasa cuando algo te engancha, que no lo sueltas fácilmente. Otro día te cuento las razones de la elección, lo que me aporta, lo que me gusta, lo que todavía no sé, los fundamentos, las utilidades teóricas y prácticas, el papel de la respiración,...

Y es que, a falta de vicios, yo cultivo obsesiones...

lunes, 4 de junio de 2007

Retomando mi aikido.

Impaciencia.
Curiosidad.
Alegría.
Interés.
Desoxidación de articulaciones.
Mareo.
Calma.
Concentración.
Rigidez.
Equilibrio.
Torpeza.
Confusión.
Comprensión.
Elasticidad.
Calor.
Cansancio.
Susto.
Sorpresa.
Más mareo.
Fluidez.
Prisa.
Cansancio.
Instinto.
Más cansancio.
Calma.
Concentración.
Armonía.
Calma.
Alegría, cansancio y alegría.


...¡¡¡Fueeeeeeeeraaaaabaaaajooooooooooo!!!...

He vuelto al tatami. He retomado mi aikido. Y esos son, más o menos, los sentimientos que me han pasado por dentro esta tarde. Las agujetas ya llegarán mañana.

No sabes cómo lo he echado de menos...