Aunque no sé si compensa, hoy mi Master (jo, un día de estos tengo que colgar la canción de Metallica dedicada... estoy en "fase heavy") me ha dejao darle un lametón a la zanahoria esa que cuelga delante de mis morros para hacerme andar, pero que siempre está demasiado lejos, la jodía...
Pensándolo un poco, me parece que yo estoy más acostumbrado a los palos, la verdad. No son físicos, claro, sino de esos que te hacen renegar de lo que estás haciendo porque parece que no vale para nada y que no le importa a nadie un bledo. Y hoy también ha habido alguno de ese estilo, por cierto... Pero es posible que después haya venido un diablito juguetón que le ha recomendado al oído eso de "...es el momento para hacerle una caricia en el lomo..." y allá que se ha lanzado el tío, con el móvil, desde el coche y sin red.
Me ha halagado, no lo voy a negar. Me ha encantado agradecer sinceramente la ración de manjar naranja y quitarme importancia. Pero eso no significa que se me haya olvidado de cómo está la situación y, ni mucho menos, qué es lo que me hace seguir andando.
Ahora mismo tengo muy claro que ni ando a base de zanahorias ni a base de palos. Sigo el "camino alante" porque creo que sé de dónde vengo, por qué estoy viajando y a dónde quiero llegar.
Aunque a veces me despisto y se me olvida, jejeje...
Aunque a veces me despisto y se me olvida, jejeje...