lunes, 12 de noviembre de 2007

Ahora sí que sí.

A ver, canta conmigo:

"Ya llegó el otoño,
los fríos y los madroños,
los osos junto al hogar...
Venid a cantarlo.
Venid a disfrutarlo.
El otoño ya llegó..."

Y es que hoy sí que sí. Hoy he notado que ya no hace calorcico por la tarde. El otoño, que aquí es resabiado y traidor como un conspirador medieval, ha hecho presa de mis pobrecitos pies y me he tirado toda la tarde con el frío en los huesos, incluso a la vera de un radiador que es más grande que muchos ciclomotores. Que también manda webs que esto pase más cerca del inicio del invierno que del final del verano, pero qué le vamos a hacer, este año viene benévolo.

A ver. ¿Quién ha estao jugando con los botes de pintura en la sierra?

Y por qué el parte meteorológico, preguntarás... Pues por tres motivos:
-Quería escribir una entrada cortita, sintética, del tipo "lee y olvida".
-Me apetecía un montón cantar la bella tonada a pleno pulmón, después de dedicártela (especialmente a tí, Cinci).
-Llevo toooooooda la tarde helado y de mala leche, sin conseguir entrar en calor y notando cómo los viruses entraban en mi cuerpo por la planta de mis pinreletes criogenizados. Y si yo sufro, me tengo que quejar, sobre todo sabiendo que estás tú por ahí para aguantar mis quejas.

Empieza lo bueno en CiudadCueva. Los gorros de lana están en perfecto estado de revista y la leña está seca y lista. Que venga el invierno, que aquí lo espero...

P.D.: Mañana os traeré un documento exclusivo sobre el accidente que he tenido hoy en el tatami, porque ha sido estremecedor. Ahora estoy demasiado afectado como para pensarlo siquiera. Ay.

2 comentarios:

Cincibastro dijo...

Que grandes versos los que utilizas de entradilla, solo me queda agradecertelo y decir que sus autores son Gomaespuma... y que hay que ponerles una cierta musica clasica de fondo.

AKA dijo...

Pos claro que conozco a los autores y la alegre música que los acompaña...

Y como la he cantado una y otra vez desde que la aprendí, sólo y en compañía, sereno o con el puntillo alcoholico justo, ayer me apeteció proclamar que el otoño ya llegó.

y no hace falta que agradezcas. Ve aclarando la voz, que tendremos que ilustrar al mundo a dos voces cuando nos veamos en Navidad...