miércoles, 5 de septiembre de 2007

9 samurais

(Nota previa: Te aviso. Esto es un tochaco de texto, lo sé, pero tiene que ser así. Sé que me lo perdonas porque sé que lo comprendes... Es un homenaje. Pero conste que te he avisado)

Aunque el título "7 SAMURAIS" pueda ser más adecuado por lo canónico (muchos referentes culturales y subculturales) y lo simbólico de la cifra(que abruma), no me queda más remedio que aumentar el cupo para dar cabida a ese grupito de españoles y española que se comportaba casi casi como una familia a un par de miles de kilómetros de casa.

Porque éramos 9 samurais.

"A ver, el gigantón ese, Angie o como sea...
¡¡Apártate un poco que estás tapando al chiquitín de la barba y al calvo, leeeeches!!..."

Nueve guerreros. Nueve samurais:
Ángel, nuestro Kanbei, soldado nato, enorme y jovial, representante directo de Rafa Sensei, protector y conductor de la pequeña masa vociferante que éramos. Suyas eran las historias (todas verídicas y con moraleja... ejem...) que nos hacían atronar con carcajadas la silenciosa noche francesa. Suyas las miradas atentas (y a ratos juraría que orgullosas) a su tropa. Y también la recopilación detallada de las crónicas de los combates librados, para seguir aprendiendo en adelante.

Marco, luchador y poeta, cocinero y explorador, libre y buscavidas. El único veterano en este campo de batalla. El que llegaba el primero al dojo, a las duchas, a las conversaciones, al solecito, a la lectura, a la nevera, a las risas y los bailes. Y muchas veces también se iba el último. Perfeccionando su arte con un espíritu marcial ejemplar, y enseñando cómo usar la inteligencia pícara de un conseguidor nato.

Antonio Zamora, un guerrero hecho con una mezcla uniforme, explosiva y viviente entre pasión por el aikido, experiencia en el tatami, fuerza mental y física bien dirigidas, ilusión por aprender de los grandes y transmitir lo aprendido, y disfrute sincero de una experiencia nueva, completa y motivante para él y para todos los que la vivimos. Daba gusto verlo saborearlo todo, desde las comidas a las caídas. Mi maestro y amigo, allí y en casa.

Paco, un samurai filósofo, concienzudo y paciente en el estudio de las formas y las motivaciones, preocupado por lograr una integración completa con el ambiente(en idioma, formas, actitudes...), pergeñando a ratos perdidos un arte marcial para la paz mediante la vida de Kojo en un cruce de caminos cualquiera. Suministrador de cultura, calma y confidencias a media luz. Y gaditano además...

El "tito" Antonio, que como el Gorobei de la película era el guerrero con más experiencia en la vida del grupo pero que conservaba y transmitía "perfectamente" la actitud ilusionada propia de un niño que está empezando a andar. Siempre preocupado de acompañar a los aún rezagados y siempre aportando sus ganas ejemplares y su ingenio constante para remontar ataques de vértigo en altas pendientes. Dando envidia sana de sueños cumplidos y de energía interior.

Miguel, nuestro niño, arropado por un grupo de personas muy diferentes a él, que crecía a ojos vista en técnica, madurez y actitud con una naturalidad y una sencillez asombrosas, superando inercias y comodidades (con más o menos esfuerzo, eso sí) y sin perder ni la identidad propia ni la inocencia del que todavía tiene la oportunidad de elegir seguir siendo joven. Uke del maestro, para envidia de todos, y enemigo del Manolo. Se le notaba que le encaaaaanta el contacto con el tatami.

Cristina era la única mujer del grupo, gracias a un "flus" inspirado que la empujó a un camino incierto en un país extraño. Valiente por tanto, atenta siempre, suave en las formas pero enérgica en el combate, cerrilmente indecisa sobre todo a la hora de comprar chocolate. Ha vivido camuflada entre salvajes, y seguro que ha aprendido algunas cosas que no esperaba (esos chistes, esas expresiones locales, esas extrañas manías...). "Pa' ella y pa' su po... estooo... su vida".

Victor, con ese aura de ronin del sureste, preocupado por perfeccionar su arte mediante cuidado de las formas, respirando hondo, trabajando despacio. Era silencioso observador de lo que pasaba, analizando con un puntito crítico y un poco desde fuera la trayectoria y los acontecimientos. Creo que no se puso nervioso ni comiendo un entrecot, aunque en general tuvo suerte con la comida y la compañía.

Y yo, claro. Con los ojos grandes de lo abiertos que los tenía, con la sonrisa puesta a cada rato y tratando de contagiarla, pendiente y dispuesto para participar plenamente (lavando kimonos, cantando pamplinas, fregando platos, enfriando cerveza, riendo a carcajadas, comprando comida). Escuchando siempre mientras trataba de aprenderlo todo. Imaginando entradas como esta para intentar fijarlo todo en una memoria frágil y normalmente olvidadiza. Realmente feliz.

Había más compañeros de tatami y de convivencia, por supuesto. Españoles eran los "navajas mecánicas" de Albacete (Nicasio, Ismael y Miguel), expertos y veteranos, cañeros, bailones y zumbones (sobre todo de noche). También los "amigos y residentes en Madriz" (Dani y Óscar), pareja de hecho al borde de la ruptura siempre, innovadores en la alimentación y samurais en el entrenamiento. Y gracias a Bruno y a su traducción del maestro, más de uno pudimos evitar la cara de tonto inevitable. Y, claro, franceses había un montón grande y francesas un montón chiquito. Daniele, Antoine, Antoine el mini-Ángel, Maria, el rallaíto, Claudette, Stephanie, el matao, Alexandra, el del cumpleaños, el otro rallaíto, el alemán, el psicópata silencioso, Gilles, Natalie, Paco (jejeje), Mirielle la ambulanciera,... Y todos esos ukes que tuvieron que sufrir a un novato ávido de aprender en busca de hakamas que le enseñaran el camino.

Nueve samurais... No salvamos un pueblo de una legión de bandidos, luchando sólo por la comida y el honor como único sueldo. Supongo que sólamente buscábamos dar un paso más en un camino, el aikido, que cada uno encaja como puede en el viaje desorganizado que es la vida de cada cual. Para mejorar personal y técnicamente en una actividad que es un arte cuando son maestros (artistas) quienes la practican y parece tan torpe en las manos de un novato eterno como voy a ser yo. Ese mismo arte marcial que no busca ser beligerante pero utiliza el bushido como inspiración. Y que resulta para los que lo practicamos tan difícil de explicar para los que no lo conoceis.

Por eso, cuando te doy el coñazo con el tema, sé que respiras hondo y piensas que escucharme valdrá como buena acción de cara al purgatorio o a Papá Noel, mientras tratas de aguantar las ganas de llamar a los loqueros y me sigues la corriente asintiendo con la cabeza con expresión interesada. Porque sabes que lo vivo, aunque cuando empiezo ya no paro...

Los fanáticos conversos y convencidos somos así... Ains...

4 comentarios:

Cincibastro dijo...

Te he leido de la entrada de principio a fin, que conste. Crees que ser el principio de una gran amistad con alguno de los otros ocho samurais?

Marnie dijo...

Pues chico lo del Aikido suena interesante, voy a documentarme un poco más para que me cuentes cuando nos veamos y no sentirme una ignorante, que siempre se puede aprender más y mejor de un maestro en las artes!
Yo tuve un jefe que practicaba Kendo, y lo llamabamos Paquito Zen, el tío era muy críptico a la hora de distribuir el trabajo, je, je.
Vivan las artes marciales y la filosofía oriental y las patadas de Jet li, y el wushu (no sé si lo ha escrito bién Cinci...)

Anónimo dijo...

El Kendo es el camino de la espada,
te enseñan el manejo del Boken, (Espada de madera)

El primero en enseñar el manejo de la espada fue Miyamoto Musashi, un maestro de la espada.

Su escuela NitenDon, la Escuela de los dos Cielos.

Yo practico Parkour, un arte, una forma de superacion, seguida de unos concentos, mentales y fisicos, de autosuperacion.

Yo suelo aferrarme al codigo Bushido del honor y para no mostrar miedo.

"Quienes se aferran a la vida mueren, quienes retan a la muerte, sobreviven."

Un saludo.

Anónimo dijo...

Yo practico el manejo de la espada por mi mismo, aprendiendo de los errores y luchando con mis 9 hermanos.

Tambien practicamos artes marciales, Kung Fu Wushu y Taekwondo.

Si alguien es de Málaga y esta interesado en luchar con Boken aqui dejo mi correo: oOGatoOo@hotmail.com