lunes, 23 de marzo de 2009

Treinta y cuatro

Cuando lo primero que se te viene a la cabeza al pensar en "34" es que son las dos ultimas cifras del número del Reglamento europeo de 2007 que compila en 250 paginas otros 22 Reglamentos que ya te tenías que haber estudiado, es que no hay mucho que decir de la cifra en cuestión, irrelevante donde las haya.

Porque mira que es un número feo... No es primo, no evoca nada, no se te viene a la cabeza de forma espontanea, no tiene un mote para cuando juegas al bingo, nunca pensarías en él para un "te lo do si aciertas el número entre 0 y 50 que tengo en mente..."

No hay (ni habrá jamás) una novela del futuro ambientada en el siglo 34, ni una histórica en el año 34 A.C., ni Sherlock viviría en el 34b de Baker Street, ni se fundaría un imperio entre las 34 colinas junto al Tíber. Nunca oirás hablar de los 34 espartanos en las Termopilas, de la pelea final de la novia contra los 34 maniacos, de la banda de la calle 34, de piratas de los 34 mares buscando cofres llenos de piezas de a 34, de la vuelta al mundo en 34 días o de la chatarra que hizo la Carrera Kessel en menos de 34 parasegundos. Batman nunca tendrá 34 modos de contraataque contra el malo de la UZI (17 desarman al mínimo contacto, 16 matan y 1… duele…). No vendrán 34 millones de naves de ningún planeta Raticulin. Ni habrá que reunir 34.000 dólares para comprar ese Mustang cascadísimo para llevar a la animadora rubia al instituto. No rodaran Rocky 34, ni tendrás sólo 34 balas en el cargador del rifle de pulsos de la USCM mientras bajas en el ascensor en busca de Nut. No habrá un grupo de condenados al patíbulo de 34 miembros en una misión suicida para matar al Führer. Ni disfrutarás una aventura de 34 semanas y media con esa rubia. Nunca serán 34 samurais. No marcaremos cuando sólo falten 34 segundos para acabar la final. Nunca vivirás 34 vidas.

También hay ventajas, quiero ser justo: no hay que cumplir 34 mandamientos; ningún asesino en serie va a llegar a las 34 víctimas; no hay ningún deporte en el que recordar a los 34 componentes de la alineación; no tendrás que trabajar las 34 horas del día; ninguna receta comestible va a tener 34 ingredientes macerando después de 34 minutos de cocción; el capitulo 34 de esa novela coñazo se lee en un santiamén; la mayoría de los muebles de IKEA tienen menos de 34 piezas; no hay mal que aguante a 34 horas de sueño; con 34 euros puedes invitar a tomar algo a casi todo el mundo; hay historias de amor verdadero que duran 34 minutos, horas, días, semanas, años o vidas; nadie te tiene que repetir las cosas 34 veces para que te enteres…

Pero he cumplido los 34 años (el tiempo escapa y las felicitaciones son bienvenidas) y algo tenía que decir sobre la cifra más insulsa del mundo.

Y aunque me siento como cuando tenía solo 33 años, no te voy a mentir en esto:

Ya estoy deseando cumplir los 35.

2 comentarios:

El Tete dijo...

34 leches, si estás hecho un chaval!!!

Cincibastro dijo...

Feliz cumpleagnos Aka!!

Como te lo curras, te ha quedado una entrada de pm con un tema que no parecia dar de si.