sábado, 31 de mayo de 2008

Catapulta-Filosofía de peluche (8)

Hace taaaanto tiempo de la última vez que te lo recuerdo:
Pulsa para agrandar.


Está claro. Si tienes clara la siguiente misión, sólo falta conseguir la herramienta adecuada para realizarla. Y si hay que llamar a todas las ferreterías de la ciudad, pues se llama. Y si hay que aprender a construir catapultas, pues se aprende...

La parte difícil es fijar la meta a conseguir. Sin un objetivo claro no se puede planificar minuciosamente, ni fijar plazos, ni hacer balances de coste-beneficio, ni plantearse una y mil veces las posibles consecuencias del resultado.

¿Esta Susie merece un bolazo de 50 kilos de nieve? Ya he decidido que sí, así que no hay más que hablar. Sólo pensar y repasar el plan.

Y si no hay gente que me venda una catapulta (¿cómo no vamos a estar en crisis con tal falta de iniciativa?), pues tendré que repasar los fundamentos balísticos del tiro parabólico y la resistencia de materiales.

¿Estarán muy caros los troncos gordos de madera?

2 comentarios:

Cincibastro dijo...

Me gustan estas entradas que se prestan al equívoco...¿Susie en este caso es cosa o persona?

AKA dijo...

Jejejeje... qué cotilla...

Lo malo es que cuando se habla de filosofía, los conceptos son generales. "Bombardear con nieve a Susie" es un objetivo genérico. Ni cosa ni persona concreta.

Supongo que en mi "monotemismo" de los últimos tiempos, Susie podría ser una plaza funcionarial. Aburrido pero realista, qué le vamos a hacer.

Amás, Cinci... ¿no crees que cuando haya un "pequeño blanco femenino" humano se me notará descaradamente?

Jejejeje...