martes, 26 de mayo de 2009

Aprender de los profesionales

Es una evidencia que hay que aprender de los que saben. Y eso también va por tí, profesional de mierda.

Después de examinar el magnífico trabajo de desmembramiento que hiciste el otro día, no puedo más que aplaudirte y tomar notas por la precisión, la limpieza, la rapidez y el buen pulso.

¿A quién pueden no revolvérsele las entrañas con la imagen?

Y como quiero demostrarte lo buen alumno que puedo ser y lo rápidamente que aprendo, te voy a explicar cómo voy a aplicarte tu propio método como te pille alguna vez jugando con los retrovisores de mi coche de nuevo:
-Primero te voy a agarrar firmemente el antebrazo, haciendo un poco de palanca para dejarte el codo extendido y la palma de la mano orientada al cielo. Y estate quietecito, que como intentes escaparte puedes hacerte daño.
-Después, apoyando mi hombro en la parte posterior de tu propio hombro, voy a girar tu brazo extendido hacia atrás, mientras te fijo el cuerpo contra el coche con todo mi generoso peso corporal.
-Cuando el giro de tu brazo llegue a su tope máximo, llega la parte complicada. Tengo que tener cuidado para no romperte el húmero por error, no quiero arruinar la pieza de repuesto...
-...así que relajo la presión lateral en el hombro, bajo el mío y vuelvo a cargar en diagonal hacia arriba y hacia el frente, sécamente y con fuerza.

Avances didácticos: ¡Planes de venganza con esquemas ilustrados!

Y ya está hecho. Tienes el hombro dislocado. Si no estuvieras gritando de dolor, hubiéramos podido oir el sonido que hace la cabeza del húmero al salirse de la articulación. Un "crack". O un "plop". Pero es que algo se tiene que romper para que la pieza que te interesa quede intacta, ¿no?

Aún así, tienes suerte de que no necesite un brazo de repuesto, bastardo. Porque a partir de este punto ya sólo harían falta un par de cortecitos y un buen tirón para dejarte con los ligamentos colgando como tú dejaste los cables de mi coche cuando decidiste robar mi retrovisor. Aunque procura que no te pille dos veces, no vaya a ser que me cabree un poco de más y pruebe a ver qué pasa...

Al fin y al cabo, creo que si tú conviertes mi coche en una tienda de repuestos bien te puedo yo considerar un donante de órganos, ¿no te parece, pedazo de escoria?

4 comentarios:

Xtremo dijo...

B R I L L A N T E !!!

Cincibastro dijo...

Desde luego es mejor desahogarse escribiendo...me pregunto como seria esta entrada si te hubieran quitado un faro.

Unknown dijo...

Jo!!!! no quisera estar el pellejo de ese menda, ¡¡¡vaya tela!!!! mejor vete a la feria y pegate un fiestón... ayuda a desinivirse

Unknown dijo...

Muy buenas Aurelator:

Siento que haya indeseables que no tienen miramientos hacia la propiedad privada.

Mi antiguo Almera fue víctima de otro "animal", y además no se conformó con llevarse uno de los espejos, sino que se llevó los dos. Desde entonces estoy al acecho de cualquiera que se acerque a mi coche.........

Lo peor es que en algunos casos, se hace el daño con el único fin de hacerlo......que vida mas vacía e insulsa deben tener estos personajes, cuya diversión es hacer un destrozo que no va a poder "disfrutar", ya que no tienen lo que hay que tener para quedarse y ver la cara del dueño cuando descubra la "gracia".

Cambiando de tema, aunque el otro día no pudimos vernos para almorzar, me alegré de hablar contigo. A ver si cuando estés por estas latitudes echas el teléfono y nos tomamos algo.......pero que no sea pollo jejeje.

Bueno, un saludo y seguimos en contacto.